miércoles, 30 de mayo de 2012
jueves, 24 de mayo de 2012
Hoy es nuestro día patrio

Hoy
es nuestro día patrio. Hoy es nuestra Independencia. Hoy estoy feliz.
Cada 24 de mayo y 10 de agosto me siento más quiteño y más ecuatoriano
que nunca.
Pero, hoy el espíritu libertario, ecuménico y respetuoso que caracteriza a los nacidos
en el centro del mundo se vio fortalecido por la maravillosa respuesta
ciudadana a un protervo artículo publicado en un emblemático y
centenario medio de prensa de la capital.
En el mismo se
atacaba de manera infamante, perniciosa y brutal el libérrimo ejercicio
de la sexualidad, la condición psicológica y los derechos familiares no
solo de la comunidad GLBTI si no del Ecuador entero. Primero será la
mencionada comunidad luego quién.
Categorías como normalidad y
moralidad aparecen en el mencionado artículo con tal desparpajo que uno
pensaría que quien lo escribió es el súmmum, el iluminado o el régulo
que precisamos de manera urgente para que "oriente" nuestras conductas
hacia estadios superiores de comportamiento. No me llama la atención que
sustente sus asertos trayendo a colación la "erudita" opinión de
autoridades religiosas. La moralina en su máxima expresión.
Lamentable pensamiento, vergonzosas líneas, ridícula petulancia, ilimitada
ignorancia, abyecto fundamentalismo, patología homofóbica y sobre todo
aberrante visión discriminatoria del ser humano caracterizan al artículo
y describen a su autor.
Creer que al publicarlo, el medio de
comunicación desplegaba un ejercicio de libertad de expresión, es
simplemente inaudito; para cualquier persona con un mínimo de sentido
común lo escrito merecía un tacho de basura y la exclusión inmediata del
articulista de la nómina del rotativo.
Las posteriores
disculpas, el retiro del artículo de la página virtual, la cobarde
adjudicación de responsabilidades única y exclusivamente al autor y la
doble moral expresada en el cliché "lo publicado no refleja ni nuestra
opinión ni nuestra línea informativa" por parte del medio, desnudan de
cuerpo entero la falta de profesionalismo que algunos empresas
monopólicas dedicadas al negocio de la comunicación social observan en
sus diarias prácticas en nuestro país. Las muletillas "libertad de
expresión", "no a la censura previa" y "derechos humanos" son usadas
como paraguas de manera totalmente aberrante como justificativos ante
tales desaguisados.
Pero, lo notable del acontecimiento fue la
respuesta ciudadana. Contundente, masiva, inmediata, madura, reflexiva,
combativa, radical, valiente, libertaria, solidaria y ante todo digna.
Digna de nuestra escencia de sociedad defensora de las libertades
ciudadanas; digna de un país que no permite que nada ni nadie le diga
que pensar, que sentir, que es moral o que es inmoral; digna de una
patria que se construye en paz repudiando cualquier forma de violencia;
en suma digna de nuestro pueblo.
Hoy es nuestro día patrio. Hoy
es nuestra Independencia. Hoy estoy feliz. Hoy me siento más quiteño y
más ecuatoriano que nunca.
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