DEL CONSENSO DE WASHINGTON AL CONSENSO DE BERLÍN: EL ANDAMIAJE EUROPEO DE DESMORONA
En los años 90 imperó en América Latina el “consenso de Washington”
como recetario obligado para que las economías de la región salieran de
la crisis de la deuda y aseguraran el crecimiento. No se consiguieron
los objetivos, no hubo crecimiento y sí, en cambio, varias y severas
crisis financieras que dejaron desastrosos resultados. Sin embargo, las
políticas del Consenso se convirtieron en el catecismo para aplicar a
todos los países en vías de desarrollo, se convirtieron en el núcleo del
neoliberalismo.
Europa participaba en tal consenso en la
medida en que sus países forman parte de los organismos financieros que
lo apoyaban, singularmente el FMI y el Banco Mundial. Participaba del
lado cómodo de la situación, era el acreedor, recuérdese el Club de
París. Ahora les tocó el lado malo y ser tratados por estos mismos
organismos y mercados, como a países en desarrollo aplicándoles la misma
nefasta receta conocida como Consenso de Washington, pero que en Europa
se la denominó “consenso de Bruselas” cuando en realidad es el
“consenso de Berlín”.
El premio Nobel Amartya Sen atribuyó la
crisis europea a cuatro fracasos; i) fracaso político, ii) fracaso
económico, iii) fracaso social y iv) fracaso intelectual. La crisis
financiera mundial, que comenzó en 2007 con la burbuja especulativa de
los préstamos hipotecarios de alto riesgo en USA y creció hasta
convertirse en una crisis de la deuda soberana y la banca europeas; ha
planteado interrogantes que Europa no puede responder y peor superar al
solo aplicar este recetario tan simple y general que no alcanza a
explicar las intrincadas consecuencias políticas, económicas, sociales,
demográficos y ambientales de la misma.
Ahora, si cuando se
aplicó en Latinoamérica el consenso de Washington, la región afrontó lo
que se conoció como la “década pérdida latinoamericana” ante la
aplicación del “consenso de Berlín” en Europa probablemente le
acarrearía la “década pérdida europea” con profundas consecuencias para
la economía mundial.
Para comprender la dimensión de la crisis
europea basta mencionar que luego de casi medio siglo de conversaciones
en pos de la integración regional la misma se ve seriamente afectada con
la inminente salida de Grecia de la zona Euro. ¿Y por qué sucederá esto
en Grecia? Simple una economía con iliquidez, insolvencia y falta de
competitividad en un escenario de impresionante incertidumbre política
está nada más y nada menos al borde del colapso total.
Una
salida traumática de Grecia de la zona Euro implicaría adoptar una nueva
moneda con un costo social sea igual o peor que el ya padecido; pero,
admitiría a mediano plazo que la economía se vuelva más competitiva. Una
salida algo armónica y apoyada por el resto de Europa presentaría
consecuencias; pero, consentiría un menor contagio directo al resto del
continente bajo la figura de un efecto dominó. Estos dos escenarios se
prevén dependiendo de los resultados de las elecciones griegas las
cuales son concluyentes para el futuro del continente.
Consecuencias para nuestra región; disminución de las exportaciones,
disminución de remesas, retorno de migrantes, disminución de precios de
exportaciones de materias primas, desaceleración de crecimiento
regional. Que un bloque tan poderoso como Europa este en tan pavorosa
crisis afecta al planeta entero. El camino correcto para estas economías
en problemas es aplicar políticas de estímulo fiscal y monetario, sabia
elección heredada de la gran depresión de los 30; pero, ello jamás
concebirá el neoliberalismo europeo así que esta crisis va para largo.
Ecuador debería ya tener su estrategia frente a un escenario tan
complejo que no se resolverá en el corto plazo.
Marco Aníbal Navas
No hay comentarios:
Publicar un comentario